Inna Virabova, Presidenta de la Asociación Internacional de Odontología (IDA), experto Oral—B y Mezcla—un—med
La mayoría de mis pacientes al menos una vez en sus vidas enfrentaron el problema de sangrado de encías. Esta es una sensación bastante incómoda, a veces incluso dolorosa, caracterizada por la aparición de sangre en las encías al comer o al cepillarse los dientes.
Por supuesto, el sangrado de las encías es un problema que necesita eliminación inmediata. Además, es necesario combatirlo en ningún caso con remedios populares (a veces pueden causar daños irreparables a la salud). Aquí necesitas la ayuda de un especialista. El dentista examinará la cavidad bucal, le preguntará acerca de las enfermedades crónicas, descubrirá cuándo y bajo qué condiciones se produjo el sangrado por primera vez, y luego identificará la causa del síntoma y prescribirá el tratamiento.
Como regla general, la mala higiene es la causa más común de sangrado de las encías. Es una gran cantidad de placa que se acumula en la superficie de los dientes, especialmente en el área cervical, puede causar este problema. Además, cuando se produce una sensación desagradable asociada con el sangrado, una persona generalmente trata de evitar la limpieza completa de los dientes, lo que contribuye a un aumento en la cantidad de placa y agrava la situación.
Con el fin de deshacerse rápidamente de todos estos fenómenos desagradables, es importante comenzar a tratarlos de manera inmediata y competente. El primer paso es elegir los productos de higiene adecuados, con qué le ayudará el dentista y, por supuesto, aplicarlos regularmente en la práctica.
Un cepillo de dientes debe tener cerdas atraumáticas, es decir, una que no dañe las encías y no raye el esmalte. Además, los movimientos que realizamos con un cepillo deben dirigirse exclusivamente desde las encías hasta el filo del diente. Sólo con la ayuda de una técnica de este tipo es posible eliminar la placa de debajo de las encías sin el riesgo de inflamación. Además, debe recordarse que el movimiento del cepillo en la dirección horizontal (en el lado externo de los dientes), que se conoce por la publicidad, puede ser peligroso para los tejidos de dientes duros. Después de todo, tal efecto mecánico diario sobre el esmalte es una de las razones para el desarrollo de defectos en forma de cuña (abrasión de los tejidos en la parte cervical del diente) y la aparición de una mayor sensibilidad de los dientes.
Muy a menudo, el hábito de cepillarse los dientes se forma incorrectamente desde la infancia, y luego puede ser difícil superarlo. Sin embargo, todo es reparable. En tales casos, recomiendo a los pacientes que cambien a un cepillo de dientes eléctrico, por ejemplo, con la tecnología de rotación recíproca, la mejor serie. Oral—B GenioPorque, entre otras cosas, tiene la función de definir una zona de limpieza. Entonces, al menos, me aseguraré de que el paciente no lesione los tejidos de la cavidad bucal y se adhiera a los estándares recomendados: cepille sus dientes durante al menos dos minutos, recuerde las áreas de difícil acceso y controle la fuerza de presión. El último modelo está equipado con una tecnología especial de protección de las encías. Goma de mascar Guardiaindispensable en el tratamiento del sangrado. Para obtener el máximo efecto y seguridad, es mejor usar la boquilla Sensi Ultrathin con cerdas elásticas finas y modo de limpieza suave.
El cepillo de dientes eléctrico realiza los movimientos de limpieza, solo necesita reorganizarlo de un diente a otro durante 2 minutos. Gracias a la pequeña cabeza redonda, elimina de forma efectiva la placa de la zona cervical y tiene un efecto de masaje.
Hablando de encías sangrantes, es imposible no mencionar el hilo dental (hilo dental).Esta herramienta es parte integral de una lucha eficaz contra la inflamación de los tejidos blandos de la cavidad bucal. El hilo dental funciona en los espacios interdentales, limpiando las superficies de contacto de la placa y eliminando los restos de alimentos. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que es necesario utilizar el hilo correctamente, excluyendo los movimientos de corte y corte entre los dientes. El dentista puede enseñarle a usar el hilo dental de forma segura y correcta, demostrando los movimientos en el modelo de la mandíbula y seleccionando el tipo de hilo deseado.
Por cierto, el hilo dental se recomienda no solo para adultos, sino también para niños. Después de todo, el área más común de aparición de caries en los dientes de leche son las superficies de contacto. Por lo tanto, desde la infancia es importante enseñarle a su hijo a usar hilo dental: primero, bajo la supervisión de adultos, y luego de manera independiente. Además, también hay un cepillo eléctrico para niños con tecnología de rotación recíproca, que se puede utilizar a partir de 3 años.
Otra razón común para el sangrado de las encías es una mordedura incorrecta. Una carga mal distribuida durante el cierre de los dientes a veces también conduce a los síntomas descritos anteriormente.
Lo mismo se aplica a las personas que no pueden abandonar los cigarrillos. Como regla general, los fumadores notan la presencia de un color de las encías poco saludable y un malestar temporal. Además, la acumulación de placa puede ir acompañada de un olor desagradable de la boca, causando no solo molestias físicas sino también morales. Todo esto sugiere un estancamiento en los tejidos blandos causado por el humo del tabaco y, como regla, conduce a fenómenos inflamatorios agudos (gingivitis).
El sangrado de las encías es un problema a gran escala que requiere una aclaración detallada y no puede desaparecer gracias a una herramienta "mágica". Además de los productos de higiene personal seleccionados correctamente, deberá someterse a un procedimiento de higiene oral profesional, durante el cual se eliminarán los depósitos no mineralizados (placa blanda en los dientes) y mineralizados (sarro). Y solo después de la eliminación completa de la placa, es posible prescribir un medicamento que reducirá los síntomas y restaurará los tejidos blandos.
La salud de las encías requiere atención y control constantes, por lo que sus visitas al dentista, incluso en ausencia de quejas, deben realizarse al menos una vez cada seis meses. Solo en este caso, el médico podrá diagnosticar el estado de los dientes y las encías a tiempo, eliminando de inmediato las posibles consecuencias de una higiene deficiente y ajustando la técnica de cuidado bucal.
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